Masterclass con Philippe Claudel
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- Última actualización el 28 Mayo 2020
- Publicado el 28 Mayo 2020
“Para hacer una buena película se necesitan tres cosas:
un buen guion,
un buen guion y
un buen guion”.
Clase magistral de Philippe Claudel para alumnos del CCC
El pasado 20 de mayo, el Instituto Francés para América Latina en México y la Embajada de Francia en México compartieron con el Centro de Capacitación Cinematográfica una clase magistral para sus estudiantes con el escritor y realizador cinematográfico Philippe Claudel.
A través de una plataforma digital, con el apoyo logístico de la Embajada de Francia, más de cien estudiantes del CCC se dieron cita para escuchar y conversar vía remota con el reconocido escritor, autor de una gran cantidad de novelas, guionista y director de cine nacido en 1962 en la región de Lorena, Francia.
Tras una breve presentación por parte de Alfredo Loaeza, Director General del CCC, quien lo calificó de “cartógrafo de historias”, Claudel comenzó con una semblanza propia en la que comentó sus inicios como escritor desde los ocho años de edad, a pesar de que sus publicaciones importantes se hicieron cuando él ya tenía más de treinta años. Respecto al oficio literario comentó que su mayor satisfacción es el saberse leído por alguien más y de esa manera entablar una comunicación.
En cuanto al cine, comentó que uno de sus pasatiempos preferidos desde muy pequeño era darse cita con amigos los domingos en la sala de cine local para disfrutar de películas. Al paso del tiempo, viendo una película de Sergio Leone le surgió la certitud de que eso que se proyectaba en la pantalla tenía que haber sido hecho por alguien y de ahí comenzó una curiosidad que nunca paró hacia el oficio cinematográfico.
Dadas las dificultades económicas y técnicas para hacer cine en la época, el futuro director jugaba siendo pequeño a hacer películas con una cámara de papel e imaginando sus planos como recortes que él hacía de la realidad. Más tarde, tuvo la oportunidad de comenzar a hacer cortometrajes y fue hasta los 44 años de edad, en 2008, que debutó con su primer largometraje “Il y a longtemps que je t'aime” (Hace mucho que te quiero) con las actuaciones de Kristin Scott Thomas y Elsa Zylberstein, la cual obtuvo diversos premios entre los que destacan el César a Mejor Ópera Prima, dos nominaciones a los Golden Globes y cuatro a los premios Bafta de Inglaterra, incluyendo la de mejor película en lengua no inglesa. A esta siguieron “Tous les soleils” (Silencio de amor), “Avant l'hiver” (Antes del frío invierno) y más recientemente “Une enfance”, que él mismo calificó como un fracaso comercial.
En seguida, Claudel habló sobre las diferencias esenciales entre cine y literatura. “La literatura es un oficio solitario” afirmó, en cuanto a que el autor está frente a la página y para escribir no necesita realmente del apoyo de otros. Por su parte, el cine es un producto colectivo, que requiere de una gran organización y en el que el proceso de fabricación es en sí mismo una experiencia. Para Claudel, la idea de que una película se debe solo al realizador es un error, pues éste es solo un director de orquesta que depende del desempeño de cada uno de los miembros del equipo. Para escribir un libro, afirmó, no se necesita dinero, para hacer una película se debe hacer todo un presupuesto, obtener recursos y respetar fechas.
Respecto al oficio de guionista, el autor hizo referencia a una viejo dicho “Para hacer una buena película se necesitan tres cosas, un buen guion, un buen guion y un buen guion”. El guion es el corazón de la obra cinematográfica, afirmó. Respecto al proceso como guionista de sus películas indicó que la escritura debe estar terminada hasta el más mínimo detalle, pasando por ensayos con los actores para las últimas modificaciones. Un guion listo debe ser ya casi un paso de la edición, dijo, esto permite ahorrar tiempo y dinero. Por otra parte aseguró que esa es solo su opinión y forma de trabajo, pues le consta que para muchos otros realizadores el hecho de que haya puntos poco claros en el guion es una ventaja.
Al ser interrogado sobre su postura como guionista cuando él no es realizador, Claudel afirmó que es esencial estar consciente de la posición de uno mismo tan solo como guionista, pues el resultado final no le pertenece. En ese sentido, la experiencia le ha llevado a jugar papeles más o menos activos al lado de diversos realizadores, desde hacer entrega de un guion y no volver a saber nada, hasta reescribir codo a codo con el director. Todo depende de las personas y los proyectos. En particular sobre la adaptación de su novela “Almas grises” por el cineasta Yves Angelo en 2004, confesó que él no tenía ningún interés en ver su libro hecho película, de manera que gustoso aceptó no ser partícipe de la producción.
Contraponiendo literatura y guionismo, Claudel comenzó por afirmar que cuando un libro se termina y es bueno, no tiene mayores inconvenientes en ser publicado, por su parte un buen guion no tiene garantía alguna de llegar a ser alguna vez una película. El autor comentó que para trabajar un guion necesita hacer un cambo de “chip” con respecto a la literatura. Ésta última se guía por palabras, mientras que escribir para cine requiere de temas, después de personajes y al final de diálogos. Indicó, que para él es esencial trabajar antes que nada una escaleta que después va completando y en seguida ve qué secuencias funcionan y cuales es necesario desechar.
Como comentario final, haciendo partición de los oficios, el literario y el cinematográfico, Claudel afirma que el realizador debe desprenderse de la palabra hacia las imágenes. “No debe obligarse a un cineasta a expresarse en palabras cuando su lenguaje son las imágenes.”